LOS AVIONES DE EVO MORALES

El 3 de julio de 2013, cuatro gobiernos de Europa occidental, integrantes de la OTAN, pusieron en riesgo la vida del presidente de Bolivia, Evo Morales. Dos gobernados por la socialdemocracia y dos por la centro derecha: Portugal, Francia, Italia y España.

Siguiendo un pedido del demócrata Barack Obama y su secretario de Estado, John Kerry, impidieron al avión presidencial boliviano entrar en su espacio aéreo, bajo la presunción de que en esa aeronave que volvía de Moscú, viajaba Edward Snowden, el ex agente de inteligencia que filtró informaciones confidenciales sensibles para los intereses de EE.UU.

La violación del derecho internacional por parte de algunas de las 10 principales potencias del mundo pasó inadvertida para muchos, y al olvido en general.

Pero ante el siniestro golpe de Estado perpetrado contra Evo Morales y su vicepresidente, Alvaro García Linera, quienes debían completar su mandato en enero 2020, y frente a la evidencia de una negativa similar para atravesar espacio aéreo desde Bolivia hacia México por parte de algunos gobiernos de países sudamericanos, aquella violencia euro-etnocéntrica merece ser revisitada.

¿CÓMO FUERON LOS HECHOS?

Si bien siempre se menciona a los exportadores de petróleo, se habla bastante menos de los que exportan gas, un tesoro sin el cual la vida en docenas de países sería insoportable.

El Foro de Países Exportadores de Gas – GECF forma un club donde las potencias occidentales son convidados de piedra porque si bien Estados Unidos de América y Canadá son grandes productores, no son exportadores relevantes.

Ese Foro nació en 2001, y agrupa a Argelia, Bolivia, Egipto, Guinea Ecuatorial, Irán, Libia, Nigeria, Omán, Qatar, Rusia, Trinidad y Tobago, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela.

La segunda Cumbre de ese Foro de Exportadores se realizó el 1 y 2 de julio de 2013 en Moscú. Como observadores, al menos en aquella cumbre de Rusia a la que fue Evo, participaron Noruega, Irak, Holanda y Kazajstán. En ese momento todavía no habían impuesto sanciones a la Federación Rusa por la situación en Crimea y Ucrania, y Vladimir Putin puso en la agenda del encuentro la protección de los intereses de esos países exportadores, incluyendo un precio conveniente y lograr acuerdos de largo plazo para estabilizar el mercado.

En el caso de Bolivia, las reservas certificadas de gas a 2013 eran de 10.45 trillones de pies cúbicos (TCF), suficiente para todo el mercado interno, exportar y uso industrial hasta más allá de 2025. Más acá en el tiempo, en abril de 2019, se conoció que las reservas se aproximaban a los 20 trillones de pies cúbicos. El doble. La empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia fue nacionalizada en 2006. En aquel momento Bolivia tenía muchas razones para participar de una cumbre en la que sus reservas (y sus exportaciones, en especial a Argentina), juegan un rol relevante. Y Morales logró un acuerdo con Putin para que Gazprom invierta en Bolivia.

Pero antes de que se realizara esa cumbre, está el ‘caso Snowden’. Porque ese fue el pretexto que usaron. El informático, recordemos, trabajaba para una contratista de la NSA, la Agencia de Seguridad Norteamericana y habría tenido acceso a casi 2 millones de documentos entre los cuales aparecen los aceitados mecanismos de espía masiva de las comunicaciones a través de Google, Microsoft, Yahoo, etc. Snowden huyó, el aparato de seguridad inició la cacería y a fines de junio de 2013 pidió asilo en la Federación Rusa. Vladimir Putin lo dejó en la sala de pasajeros en tránsito del mayor aeropuerto moscovita y sostuvo que si no dejaba de perjudicar a sus ‘socios estadounidenses’ con las filtraciones (de las cuales para ese entonces sólo había revelado una parte), no le daría asilo.

El espía, de 30 años, había llegado desde Hong Kong, y había pedido asilo en Austria, Brasil, Finlandia, India, Irlanda, Noruega, Polonia, España y Suiza, que lo habían denegado, en tanto que otros países como Alemania, Islandia, Italia, Bolivia, China, Cuba, Ecuador y Nicaragua lo tenían ‘pendiente’.

Evo Morales declaró en esos días a la TV Rusa que tenían el tema en consideración, y Nicolás Maduro, de Venezuela, aseveró a la BBC que lo estaba estudiando porque «Snowden está siendo perseguido en el mundo sin ninguna razón, en el sentido de que él no ha lanzado un misil ni ha matado a nadie» y que «merece la protección del derecho humanitario internacional». Esa era la situación concreta. Pero la OTAN no dudó que Snowden iba a ir clandestinamente como asilado en el avión del presidente de Bolivia.

Al terminar la cumbre moscovita, en la noche del 2 de julio, despegó rumbo a Bolivia el avión con Evo Morales, y poco después el canciller David Choquehuanca dijo que las autoridades de Francia y Portugal negaron el permiso a la aeronave (presidencial!!) a utilizar su espacio aéreo.

La sucesión de los hechos fue un torbellino de horas: al no poder avanzar porque en pleno vuelo Francia negó acceso, y con el riesgo de no poder aprovisionarse de combustible, el avión quedó suspendido en el aire hasta que a las 23, Austria autorizó a aterrizar en el aeropuerto de Viena. Una escala no prevista en absoluto.

En ese país el avión permaneció 14 horas, mientras en La Paz una manifestación insultaba al gobierno de Francia, frente a su embajada.

En la madrugada, a las 3.30 (del 3 de julio en Europa, todavía la noche del 2 en América) el vicepresidente Álvaro García Linera, declara que Evo Morales «ha sido secuestrado por el imperialismo y está retenido en Europa».

Minutos después, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, informa que Italia también cerró su espacio aéreo, y que Francia habría accedido a abrirlo. Son las 4 de la mañana.

A las 5 am, el jefe de estado de Ecuador, Rafael Correa publica en Twitter que los hechos son de extrema gravedad y pide una reunión urgente de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas) y agrega “¡cómo pisotean el derecho internacional!”.

En simultáneo, la presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner tuitea: “Definitivamente están todos locos. Jefe de Estado y su avión tiene inmunidad total. No puede ser este grado de impunidad».

A las 6 am, hora de Austria, el presidente Morales dialoga con la prensa en el aeropuerto de Viena donde afirma “Ya levantó esa prohibición de sobrevuelo Francia y Portugal, Italia lo ha confirmado verbalmente. España, que primero nos dio el permiso, no sólo para sobrevolar sino para aterrizar, nos lo ha prohibido».

Mientras tanto, siguen las negociaciones y se intenta la requisa de la aeronave presidencial, aunque el ministro Saavedra (y más tarde el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenty) negó que la policía del aeropuerto de Austria hubiera inspeccionado el avión.

A las 8:30 se apersona el presidente de Austria, Heinz Fischer, quien visita a su par dentro del aeropuerto, y media hora más tarde el propio europeo anuncia que están dadas las condiciones (sic) para que el avión presidencial boliviano parta.

Sin embargo, el gobierno del Partido Popular encabezado por Mariano Rajoy había vuelto a cancelar el permiso.

En consecuencia, el avión recién pudo partir a las 10:30.

¿Por qué era indispensable contar con una parada técnica? El avión presidencial boliviano de origen francés (un Dassault Falcon 900), tiene una autonomía de 7.400 kilómetros. Considerando la distancia desde Moscú y el tiempo que estuvo sobrevolando Europa hasta poder aterrizar en Viena, no tenía las condiciones para salir de Europa, y menos aún para cruzar el Atlántico. De todas maneras, debía hacer una parada técnica antes de cruzar el océano.

Es decir que cuando los países de la OTAN, violando el derecho internacional, comprobaron que la acusación de Obama y Kerry era una fábula, permitieron que despegue, y finalmente el mandatario aymara hizo la parada técnica en las Islas Canarias, donde aterrizó a las 14:40, y de donde despegó 3 horas después.

Naturalmente, el socialista Francois Hollande y todos las otras potencias europeas comenzaron un sinfín de disculpas y ‘yo no fui’. En paralelo, en Bolivia se quemaban banderas de Francia y de la Unión Europea, frente a la embajada francesa en La Paz.

El avión volvió a parar en Fortaleza, en el norte de Brasil, y finalmente aterrizó a las 4:40 del 4 de julio (23:30 del 3 de julio en Bolivia) con Evo Morales y su comitiva en el aeropuerto de El Alto, donde fueron recibidos por todo el gabinete y una multitud. Evo no perdió la oportunidad de decirle a los países europeos que ya era hora de ‘liberarse del imperialismo norteamericano’.

El canciller Choquehuanca denunció que hubo una violación a los derechos de tráfico aéreo y una alevosa discriminación al presidente Evo Morales, cuya vida «se puso en riesgo». También señaló que llamaría a consulta a los embajadores de Francia y Portugal en La Paz.

El embajador de Bolivia ante la ONU en Nueva York, Sacha Llorenty, declaró que ya había manifestado a la secretaría general de Naciones Unidas “su indignación…estamos formalizando una denuncia por esta agresión que ha sufrido el presidente de Bolivia, Bolivia y Latinoamérica», dijo el representante diplomático.

«Se ha violado el derecho internacional. El presidente es una persona protegida internacionalmente cuando, como cabeza de Estado, realiza este tipo de viajes. Es absolutamente inadmisible lo que ha sucedido», indicó.

«Nosotros estamos convencidos -añadió- de que es parte de una lógica imperial y lamentable. En el siglo XIX, las colonias estaban en América Latina. Ahora América Latina es una zona no sólo de paz, sino de dignidad, y las colonias están en Europa».

Ese mismo día, fue consultado por la televisión alemana DW, el embajador del Estado Plurinacional de Bolivia ante la Unión Europea, René Fernández Revollo quien evaluó en estos términos lo sucedido: “Lo consideramos inaceptable y lo condenamos de manera enérgica. Es una violación del derecho internacional y de la convención de Viena que otorga inmunidad a los mandatarios. Nos apena apena mucho que haya naciones europeas que se presten a las presiones del gobierno norteamericano y hayan sido usadas como agentes para poner en práctica esta prepotencia imperial”.

Antonio Remiro Brotóns, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid analizó los hechos para la periodista Mirra Banchón, de Deutsche Welle: “Menos mal que el espacio aéreo no es competencia común y así el presidente Morales pudo aterrizar en Viena, de lo contrario si todos los gobiernos del espacio aéreo de la UE hubieran negado el tránsito, habríamos tenido que ver cómo el avión caía al suelo una vez que se hubiera quedado sin combustible. Esto pone de manifiesto el bajísimo nivel que han alcanzado nuestros gobernantes, que tiran su soberanía en la basura cuando se ven espiados, pero reclaman su soberanía aérea para combatir a aquel que rechaza ese tipo de presiones”.

¿QUÉ PASÓ CON EL AVIÓN MEXICANO QUE LLEVABA A EVO MORALES TRAS EL GOLPE?

La crónica del vuelo del avión que México envió para rescatar al presidente y vicepresidente de Bolivia revive la situación que Evo debió afrontar en Europa 6 años atrás. Ahora los protagonistas del sometimiento a EE.UU se llaman Ecuador, Perú, los golpistas bolivianos, Bolsonaro. Agradecemos al diario La Jornada, de México, por la precisión de la información que publicamos textual (ver https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2019/11/12/cronologia-del-vuelo-de-evo-morales-de-bolivia-a-mexico-1784.html )

El canciller Marcelo Ebrard hizo hoy un relato detallado del tenso viaje que emprendió hacia México el lunes por la noche el ex presidente boliviano, Evo Morales.

De acuerdo con el relato de Ebrard, la aeronave Gulfstream 550, matrícula XC-LOK y número de registro 3916, de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), salió a Bolivia a recoger a Morales, por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El canciller hizo a continuación esta relación de hechos:

-El avión aterriza en Lima. Tiene que esperar la autorización para entrar a Bolivia, donde “no se sabe quién decide qué”

-Autoridades bolivianas autorizan la entrada y el avión despega

-En el espacio aéreo de Bolivia, el avión recibe el aviso de que el permiso que tiene para entrar en el país ya no es válido. La nave regresa a Lima

-Más horas de espera en Lima para recibir la autorización. Intervienen la embajadora mexicana, María Teresa Mercado; el subsecretario Maximiliano Reyes y el propio Ebrard.

-El Comando de la Fuerza Aérea de Bolivia otorga el permiso de entrada, “lo cual también dice quién tiene el poder” en ese país.

-La nave llega al aeropuerto boliviano donde esperaba Morales. La ruta prevista de regreso era la misma del viaje de ida, a la inversa: a Lima, para recargar combustible y luego aguas internacionales hasta México.

-Hacia las 19.30 horas del lunes (hora mexicana), la cancillería peruana informa que “por valoraciones políticas” se suspendía la escala en Lima.

-Surge una tensa situación: alrededor del aeropuerto donde estaba Morales se había reunido una multitud de sus seguidores; dentro de la terminal había elementos de las fuerzas armadas. Fue un momento “de los de mayor tensión”. Mientras se buscaba un “plan B” se pudo haber dado “una situación muy difícil en el aeropuerto, ya estando Evo Morales a bordo del avión de la Fuerza Aérea Mexicana”

-Ebrard habla con el canciller paraguayo Antonio Rivas para buscarle una salida al avión. Al mismo tiempo, el presidente electo argentino, Alberto Fernández, hace la misma gestión con el mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez.

-Rivas informa que Paraguay acepta el aterrizaje del avión en Asunción. El canciller dice que entiende la situación de México y que el caso puede “convertirse en una tragedia”. La decisión política se consigue, pero los trámites demoran.

-Nueva intervención de la embajadora Mercado para lograr el permiso de salida del avión, porque la Fuerza Aérea boliviana amagaba con impedir el despegue, que finalmente se dio “por un milimétrico espacio”.

-Con el avión en Asunción, México pide a Perú que permita que la nave cruce su espacio aéreo, lo que el gobierno de Lima autoriza.

-También se consulta al canciller de Ecuador, José Valencia, si su gobierno permitiría a la nave aterrizar en su país, en el caso de que necesitara combustible. Quito acepta una eventual escala en Guayaquil.

-Bolivia comunica que ya no autoriza el paso del avión por su espacio aéreo de regreso de Asunción en ruta hacia Perú.

-El embajador de Brasil en La Paz, Octávio Henrique Dias García Côrtes, ofrece su ayuda. Junto con el embajador mexicano en Brasilia, José Ignacio Piña, gestionan de madrugada un permiso para que la nave vuele sobre la línea fronteriza entre Bolivia y Brasil. La ruta seguiría a Perú y Ecuador en camino a la Ciudad de México, ya sin escalas.

-Con los permisos de Brasil, Perú y Ecuador, el avión despega de Asunción hacia las 02:00 horas del martes (hora mexicana).

Ya sobre el espacio aéreo de Ecuador, el avión recibe el aviso de que no tiene permiso para entrar en el país. La nave inicia un rodeo para alcanzar aguas internacionales. Un segundo aviso de la cancillería ecuatoriana confirma que hay permiso. Son casi las 8 de la mañana en México.

Evo Morales aterrizó poco después de las 11.

2 comentarios

  1. Qué duro el destino del «sudaca», mucho más si es indio y mucho peor si ese indio llevó uno de los mejores gobiernos de los últimos tiempos en el mundo entero: sin deuda, sin inflación, con un pueblo sin analfabetismo, con salud y educación gratuita. Un pueblo de paz, digno, ejemplo para el mundo entero. Cuánto queda por crecer en derechos y para que los poderosos de la tierra logren entender……..

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